Las cajas de madera han superado la necesidad de basarse en packaging originales, para lanzarse hacia un packaging que, además de ser atractivo, genere una relación entre el consumidor y la marca.

El objetivo del embalaje de madera ya no es sólo de vender, ahora también busca fidelizar al cliente y conseguir que hable del producto a sus conocidos y en las redes sociales, lo que nos ayudará en la notoriedad de nuestra marca y captar nuevos usuarios.

El consumidor actual es un verdadero experto en marketing. Está muy bien informado, exige cada vez más información, personalización e interacción con las marcas; esto hace que el envase se posicione como una herramienta de marketing con un valor incalculable: puede ser la puerta de entrada a las diferentes plataformas de comunicación online de las marcas.

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